Bosque comestible en la Sierra de Albarracín

image de la propiedad

Contextualización del proyecto y hoja de ruta

El objetivo del proyecto es crear un bosque comestible y a su vez crear un ecosistema resiliente y autosuficienteminimizando la dependencia de recursos externos y maximizando la reutilización y reciclaje de los recursos disponibles dentro del sistema.

Debido a la alta degradación del terreno los primeros pasos se centrarán en la recuperación de la estructura y fertilidad del suelo y a continuación se realizará el diseño para establecer las especies vegetales de forma gradual. Para tener un esquema temporal de las fases del proyecto, se describen a continuación:

Recopilación de datos de la parcela

·       Análisis de suelo, plantas indicadoras

·       Imágenes satelitales y mapas topográficos.

·       Variables climáticas y sus limitaciones.

Estudio de sistemas eficientes para la parcela

·       Recorrido del agua y diseño en línea clave.

·       Técnicas de captación y almacenamiento de agua de lluvia.

·       Construcción de zanjas de infiltración o Swales

·       Uso de sistema de riego eficiente.

Rehabilitación de la estructura del suelo

·       Aumento de la materia orgánica

·       Restauración de la microbiología del suelo

·     Cultivos de cobertura, compost, abonos verdes, biofertilizantes inoculación de microorganismos beneficiosos…

Preparación del diseño, planificación e implantación de especies

·       Diferenciar estratos y su progresión temporal

·       Siembra de árboles y arbustos

·       Añadir capas inferiores y cobertura del suelo

·       Establecer hábitats para fauna beneficiosa

Tareas de seguimiento y monitoreo

·       Mantenimiento y poda

·       Comprender las interacciones ecológicas entre las especies

·       Conocimiento de la sucesión ecológica y cómo influye en el desarrollo a largo plazo del bosque.

·       Estudio de los cambios en la flora y fauna según se van implantando elementos en el sistema. 

·       Otras

Primeros pasos: reuniendo las piezas perdidas

La semana pasada comenzamos a poner en marcha este proyecto que tanto nos ilusiona.

La prioridad era cercar el terreno para evitar el sobrepastoreo del ganado, que ha estado ocurriendo de manera continua durante muchos años. De esta manera se pretende permitir el desarrollo de especies principalmente perennes, gestionando el corte y rebrote de estas dejando tiempo suficiente para crecer y establecerse de forma adecuada.


En primer lugar, se hizo un sondeo preliminar de las especies que estaban presentes en la parcela. Una gran sorpresa fue, identificar algunas especies perennes que en comparación con las anuales, nos aportan mayores ventajas para la regeneración del suelo:

·    Ciclo de vida largo: estas plantas viven varios años, lo que proporciona una cobertura continua del suelo, reduciendo la erosión y protegiendo su estructura.

·       Raíces profundas: las raíces de las especies perennes suelen ser más profundas, lo que mejora la estructura del suelo, facilita la retención de agua y permite acceder a nutrientes en capas más profundas.

·    Mayor aporte de materia orgánica: al mantenerse vivas por más tiempo, las plantas perennes generan una mayor cantidad de materia orgánica a lo largo del tiempo, lo que mejora la fertilidad del suelo y fomenta la actividad microbiana.

·     Bombas de carbono: se activan cuando las plantas capturan CO₂ atmosférico mediante la fotosíntesis y lo transfieren al suelo a través de exudados radiculares, estimulando la actividad microbiana. Este carbono se estabiliza como materia orgánica en el suelo, favorecido por prácticas como el manejo de pastoreo rotacional, no labranza y cobertura vegetal continua, reduciendo la liberación de CO₂ y aumentando su almacenamiento.


En términos de regeneración del suelo:

ü  Las especies perennes son más beneficiosas. Su capacidad de proteger el suelo durante todo el año, junto con sus raíces profundas que mejoran la estructura del suelo, las hace fundamentales para la regeneración. 

ü  La dominancia de especies anuales suele indicar un suelo en una fase muy inicial del proceso de regeneración, con poca capacidad de retención de nutrientes y agua. Aunque las plantas anuales pueden ser útiles a corto plazo para evitar la erosión, no contribuyen tanto a la recuperación del suelo a largo plazo como las perennes.

De algunas especies sólo pudimos determinar su género, ya que para estar seguros, se necesita verlas en otro estado fenológico y de esta manera poder identificarlas con exactitud. Algunos de los géneros y especies presentes en la parcela son:

Género

Especie

Familia

Brachypodium

retusum

Gramíneas

Medicago

 

Leguminosas

Trifolium

pratense

Leguminosas

Achillea

millefolium

Asteráceas

Centaurea

calcitrapa

Asteráceas

Agrostis

stolonifera

Gramíneas

Eryngium

campestre

Umbelíferas

Plantago

 

Plantagináceas

Phalaris

aquatica

Gramíneas

Rosa

canina

Rasáceas

Colchicum

montanum

Colchicáceas

Juniperus

communis

Cupresáceas

Juniperus

sabina

Cupresáceas

 

Es muy difícil dar una valoración profunda del estado del suelo en este momento, ya que, debido al sobrepastoreo, no se han podido desarrollar todas estas especies, ni se ha podido determinar el porcentaje de cada una de ellas, que nos indicarían datos más fiables. Y por supuesto, todo ello, acompañado de un análisis físico-químico para conocer la disponibilidad de nutrientes en el suelo.

Lo que si que podemos avanzar, es que al haber especies perennes ya establecidas en la parcela sumado a que se puede observar un fino mantillo que cubre el suelo, este se encuentra en una fase de acumulación de materia orgánica. Por tanto, viendo estos matices y tras las lluvias de agosto que han provocado una nueva brotación, se ha decidido esperar a ver como se comporta el suelo.